Lejos está de ser un clima festivo el que se vive en Río de Janeiro en la previa de la gran final de la Copa Libertadores entre Boca y Fluminense. Al menos cuatro hinchas fueron detenidos en la tarde noche carioca, luego de disturbios, enfrentamientos con simpatizantes del equipo brasileño, y principalmente, un salvaje accionar de la policía local para con los argentinos.
Las playas de Copacabana fueron el epicentro de la “emboscada” de los brasileños hacia los argentinos. Algunos hinchas de Boca denunciaron en medios periodísticos argentinos que la policía “liberó la zona” para ser atacados por los hinchas de Fluminense.
Allí fue cuando la policía avanzó contra los argentinos y dispararon con munición antidisturbios ante la multitud.
También se registraron en redes sociales videos de cómo fueron robados y asaltados varios hinchas o personas con camisetas de Boca mientras transitaban por las calles de Río.
Por otra parte, también se registró la detención de algunas personas de Boca señaladas por discriminación, algo que previamente la CONMEBOL había advertido que incluiría detenciones graves y severas multas en caso de “comprobarse” la existencia de esos hechos.
A la vez que hoy se espera el arribo de más simpatizantes xeneizes a Río de Janeiro, algunos pasos fronterizos terrestres fueron temporalmente cerrados para evitar el aluvión de hinchas de Boca hacia la sede de la final de la copa.
Por el lado de la CONMEBOL, en la noche de ayer emitieron un comunicado desligándose de cualquier responsabilidad por hechos de violencia que sufran los argentinos y llamaron a “compartir todos juntos los momentos de alegría y celebración que nos dan nuestro fútbol”.
Hoy, habrá una nueva reunión, recién por la tarde, entre los organizadores del encuentro que debe disputarse en el estadio Maracaná el sábado a las 17 horas y las autoridades locales de la Prefectura de Río de Janeiro (equivalente a las municipalidades locales) para trazar nuevas líneas de acción tras una situación que se vio desbordada al menos en las imágenes emitidas ayer.