Maricel Farías y su hija Brunela, oriundas de Granadero Baigorria, comparten más que un lazo familiar, comparten una pasión por el fútbol que las llevó a jugar juntas en Santa Catalina, Maricel en primera división, Brunela en la categoría Sub12.
Maricel comenzó a jugar al fútbol en su barrio, en una época en la que las niñas no solían participar en este deporte. A través de los años, vivió la evolución del fútbol femenino y fue testigo de cómo las oportunidades para las mujeres en este deporte crecieron. Después de años de jugar en diferentes equipos y ligas, encontró su lugar en Santa Catalina.
Por otro lado, Brunela, de tan solo 12 años, siguió los pasos de su madre en el fútbol. A pesar de su corta edad, ya demostró un gran entusiasmo y talento para el deporte. Su madre la describe como una fanática del fútbol, que disfruta cada partido y que está emocionada de seguir jugando y aprendiendo en el campo.
“Yo le digo que es más fanática que yo. Este año decidió empezar y hace poco tuvo su primer partido, salió re contenta”, contó.
La relación entre Maricel y Brunela va más allá de ser madre e hija, visten la misma camiseta, compartiendo momentos especiales y creando recuerdos que durarán toda la vida. Ambas comparten la misma posición en el campo, lo que lo hace aún más especial. Para ella, ver a su hija seguir sus pasos en el fútbol es un sueño hecho realidad.