El autor de canciones como “Muchacha ojos de papel” y “Ana no duerme”, entre otras más que forman parte del imaginario colectivo nacional nació en 1950 y su capacidad para volcar imágenes en sus letras han superado todo lo imaginado en la música. El flaco falleció en el 2012, a los 62 años, dejando un legado inacabable.

Nuestra región cuenta con innumerables personas que le dedican su vida a la música, por eso desde 11 Noticias dialogamos con algunos de ellos para que nos dejen reflejados sus sentimientos hacía la misma.
Así es que Mariano Garcés, cantautor folklórico y melódico, nos dice “Para mí es un idioma, el modo de expresión más sincero que aprendí a usar. Mi contacto con la música vino desde la cuna, a través de mis viejos, mis abuelos y mi tía, pero empecé a componer a los 12 años, aunque ya garabateaba letras desde más chico. Siempre digo que cantar es terapéutico y se lo recomiendo a todos, sean o no músicos. El arte en general es sanador”.

Daniela Vázquez, intérprete de tango expresa que “la música es la magia de encontrar en las letras o en su sonido lo que el mundo ha vivido. Poder interpretar una canción es meterte en ese mundo y hacer tuya cada frase para que sientan lo que sintió el autor cuando la escribió. Por eso, cuando canto me siento vibrar y puedo jugar con las notas, las letras, la música y volar sin moverme del lugar”. Patricia Verón (y los yaganes) cuenta que “la música es sentimientos hechos canciones, es un cable a tierra que me hace querer la vida. Es una aliada del amor, ¡feliz día!”.



El cantautor folklórico Miguel Díaz, compositor de temas como “Zamba para Tamara” (homenaje a Tamara Castro) manifiesta que “Es el arte de combinar sonido, cualquiera hace música según de donde venga, como la pueda interpretar, pero lo hace porque más allá de eso está el sentimiento, el poder disfrutar y que disfruten los demás. Es el bálsamo del alma, es el sentimiento de un humano que tiene adentro y lo vuelca a través de la garganta para aliviar sus penas y festejar sus alegrías. dijo don José Larralde y cuánta razón tenía, eso es el canto, eso es la música. Un sentimiento, un libro abierto para el que lo quiera interpretar. Hay unos que lo guardan y hay otros que lo sueltan, , cuantas cosas que tienen los grandes escritores, por eso agradezco la oportunidad de decir estas palabras. Sigamos con el folklore, con nuestra música, con nuestras raíces, con nuestra propia identidad”.

Por otro lado, Iván Lipps, cantante y compositor folklórico, nos transmite que “el significado de la música, en mí caso es un privilegio que tengo desde nacimiento. El cantar es una forma de poder transmitir; al que recibe, al que escucha; todo el amor que le pongo al hacer un tema musical, poder llevar alegría, compartir un momento a través de la música con las personas. Creo que poder cantar y trasladar lo que hago desde los 15 años es una cosa que me llena cada vez que lo puedo hacer, cada vez que hay una oportunidad de poder llevarle a la gente mi rubro, que es el folklore. Tiene mucho significado para mí la música, lo llevo en el alma, en el corazón y poder compartir esto que la vida me dio es más que un privilegio, poder sentir que a las personas les pueda llegar lo que hago y les pueda gustar lo que uno va aprendiendo sobre la música, porque todos los días se aprende, todo el tiempo se aprende algo nuevo”.

Si hablamos de música, podemos abarcar un sector muy amplio: cantantes, personas que tocan diferentes instrumentos, aquellos que disfrutan de una buena canción o los que enseñan. Los docentes son, generalmente, los primeros en lograr que los niños desde muy pequeños vayan conociendo el amplio mundo y todo lo que puede haber en él. Así es que, también vamos a transmitir el pensamiento de algunos docentes de música de escuelas públicas.



María José Sabatini, quién se desempeña en la Escuela Nº 6033 “Gobernadores Cullen” cuenta que “corría el año 1973 y mí papá, en un día de eclipse de sol, me colocó en el moisés, en la galería con música clásica de fondo… ¿Cómo no amarlo? Luego, mi infancia la pasé entre discos infantiles, moviendo la cabeza a lo Rafaela Carrá y un buen día me encontré escuchando de Charly (García), decidí años después ser fiel y seguir la carrera de música, contando siempre con la ayuda emocional de mis viejos. Casi 25 años dando clases, 20 de ellos en la querida y amada escuela grande (Escuela Nº 6033). Casi 25 años que no son nada, porque sigo aprendiendo de las infancias, casi 25 años que son todo porque la música marca en mí un camino de despertares, de rebeliones, de saber que las melodías junto con textos pueden llegar a concretar el buen futuro de un niño. La música une, no solo en un fogón, sino también pedagógicamente. Es un disparador certero en el alma de las infancias y sus trayectorias para lograr un disfrute en el aprendizaje de cualquier área. La música para mí, es el ser en esencia, es cavar en el espíritu para sanar, para alegrarse, para conocerse. Creo que la música es todo, no hay lugar en este universo que este incapacitado de sonido, la música es magia y vida. Beethoven siendo hipoacúsico cortó las patas del piano para componer, eso es amor.
Ahora, dicho esto, la música es amor, no se puede entender de otra manera. Feliz día del músico para todos y todas”.

Martín Garreta de la Escuela Nº 221 “Granadero Basilio Bustos” plantea que “la música es una forma de sentir la vida, cada melodía va ligada a un sentimiento o un estado de ánimo, como también a una vivencia, compañía, situación o lugar… Es simplemente imprescindible y mágica. Hace 15 años que soy docente y la verdad es que enseñar música es una sensación maravillosa, ya que a través de ella los niños pueden decir, contar y expresar más cosas de las que nos podemos imaginar. Particularmente pienso que la música nos lleva a otra dimensión de sentires y expresiones. Simplemente nos une”.

Y Alfonso Miñoz, de la Escuela Nº 6033, nos dice que considera a la música como “la mejor compañía siempre, en momentos buenos, malos, tristes, alegres, la música siempre está ahí para acompañar y de la mejor manera. Para mí fue un cable a tierra, yo estudio desde los 9 años y siempre ha estado conmigo, así que no tengo más que agradecimientos. Los momentos más lindos para mí siempre fueron en un escenario, acompañado con algún profesor o con mis alumnos, son momentos imborrables, momentos en donde realmente me he sentido realizado. Feliz día del músico para todos”.

(*) Frase sobre la música de Luis Alberto Spinetta

Por: Adrián Valeiro