Barbie tiñó de rosa la mayoría de las salas del país y trajo una película sobresaliente que mezcla finamente humor y crítica social en base a la muñeca más icónica de la historia occidental.

Lo que resalta al comienzo de la película es la construcción de un mundo imaginario donde residen las muñecas y en donde aparecen los Kens, una realidad paralela al mundo real en el cual las mujeres (todas distintos modelos de Barbies) son las protagonistas absolutas. Esta cuestión será clave para entender uno de los conflictos principales de la historia.

Desde allí, todo transcurre a través del humor y la parodia. En eso resaltan las interpretaciones de Margot Robbie y Ryan Gosling como Barbie y Ken, protagonistas que construyen su historia de manera separada para después juntarlas sobre el final.

Ese punto es importante a la hora de destacar el fluir de la película: una historia clara, que no deja puntos grises, y que es lo que destapa la crítica que la directora Greta Gerwig hace con respecto a la muñeca como símbolo de la crianza de toda una generación.

Pero cabe destacar que la película, principalmente, funciona a través del humor: lo cómico, lo absurdo y la parodia. La historia de Ken, y del resto de los muñecos de reparto, remite mucho a Zoolander y la exageración de la masculinidad egocéntrica. También resalta el personaje de Will Ferrell como el CEO de Mattel, junto a sus obtusos directivos que grafican la ironía de un mundo pensado para las mujeres desde la cabeza de los hombres.

La película es una interesante muestra de lo que el feminismo nos intenta contar a la sociedad con respecto a micro masculinidades que se esconden en todas las personas en el día a día. Y no por esto pierde la idea de ser un producto comercial que inclusive hasta aprovecha a señalar su propia esencia.

Sin lugar a duda la directora y co escritora puso su toque a una película que se pensó como lo que terminó presentándose: un producto “popular” que invita a la reflexión. En ese sentido, hay muchas escenas en donde Robbie se expresa como Frances Ha, película imprescindible protagonizada por Gerwig en 2012.

Entre los debe, a modo personal, podría señalarse un excesivo dramatismo de Barbie en la segunda mitad de la película, en la cual se hace a un costado de la historia para después resurgir sobre el final, y un cambio drástico del conflicto principal de la historia una vez que los personajes vuelven al “Mundo Barbie”.

Pero sin lugar a dudas, Barbie será una película totalmente candidata a los premios Óscars, y un material necesario para las adolescencias venideras. Y para muchísimos adultos también.