La entidad gubernamental que facilita la mayor industria del entretenimiento de la historia universal está atravesando hoy una de las primeras batallas contra las políticas estatales del Gobierno Nacional de Javier Milei, en un cruce que se remite más a lo ideológico que a lo estricta y meramente económico.

Hoy, el presidente de esta institución, Carlos Pirovano, firmó la resolución 62/2024 en donde se ordenó, por disposición del Poder Ejecutivo Nacional, una reorganización de las diferentes áreas directivas y una supresión de “toda unidad organizativa creada”.

Si bien hoy el INCAA no cerró sus puertas, parte de sus trabajadores en las áreas de relevancia quedaron desligados de sus tareas administrativas, a la par de lo que será un reordenamiento en una dirección que los trabajadores hoy desconocen.

Para Mariana Bruno, quien trabajaba hasta el pasado viernes como coordinadora de Gestión de Proyectos Audiovisuales del INCAA, esta se trata de una serie de medidas que tienen eje en lo económico y en lo ideológico.

“El INCAA no le saca plata a los impuestos de la gente, no es plata del IVA que va a las películas ni le saca la comida de la boca a los chicos del Chaco. Es un ente autárquico que se financia por la misma actividad cinematográfica”, sostuvo la trabajadora a 11Noticias.

El INCAA, creado mediante la ley N° 17.741 del 2001, tiene como función el fomento y regulación de dicha actividad, en todo el territorio de la República, y en el exterior, en cuanto se refiere a la cinematografía nacional”.

Hoy lunes, la junta interna de ATE se reunió con el interventor del INCAA para definir los pasos a seguir dentro del instituto.

Industria y plataformas

“El instituto ha crecido a lo largo de los años, ha desarrollado nuevas áreas y tareas, como por ejemplo, además del fomento a las películas están las plataformas como Cine.ar, los 70 espacios INCAA a lo largo y ancho del país, dispositivos de inclusión como los programas Cine Móvil, las escuelas al cine, el ENERC, que tiene la mayor cantidad de egresados de cine en Latinoamérica, y vidrieras de nuestra industria como el Festival de Mar del Plata, uno de los 14 en el mundo de categoría A y el único en el continente. Es una enorme tarea federal que inclusive nosotros creemos que debería tener mayor financiamiento. Y la discusión hoy pasa por el cierre. La planta del INCAA hoy es más chica que durante la gestión de Macri y con mayores tareas”, remarcó Bruno.

El eje “ideológico” donde hace hincapié la trabajadora de este ente autárquico es la de la idea de un cine más “estandarizado, vendible y mercantilizable” que propone esta visión de la gestión del Estado Nacional.

Uno de los puntos más importantes es el uso de las plataformas en donde se difunden las películas y su nulo aporte a la industria cinematográfica en términos económicos.

Hay alrededor de 10 plataformas de streaming que funcionan hoy en nuestro país. Al cobrar los servicios al usuario en dólares, son estos últimos quienes pagarán el Impuesto PAIS y su consumo quedará gravado. Pagan los espectadores, no así la industria de las plataformas.

“Esta gestión, lo que tiene al destruir la forma de financiar el cine, independiente y que puede llevar las voces de todos los territorios de nuestro país y reflejar como es nuestra identidad, es querer migrar a una forma que sea una industria de privados y extranjeros. Esta industria nacional es reconocida mundialmente, se estudia cine argentino en Francia y España como algo muy valioso”, sostuvo.