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El bar Mora, desde hace años que realiza este tipo de espectáculo violento en las puertas del edilicio. Los patovicas que supuestamente son los encargados de resguardar la seguridad de sus clientes, son los principales agresores de la noche bailable de Capitán Bermúdez.

En el ingreso al bar, Eduardo Barrios de 22 años, domiciliado en la localidad de Roldan, fue interrumpido por los guardias “patoteros del boliche” impidiendo que entre por vestirse en musculosa.

No es la primer persona que sufre esta discriminación por este bar que “elige a quién SÍ y a quien NO” como si fuera un lugar VIP. O a las personas que se le vende bebidas en las mesas al aire libre, y luego cuando necesitan ingresar al baño, no se lo permiten.

El joven que solo tenía intenciones de pasar una buena jornada nocturna dentro del bar, se dirigió a su automóvil para ponerse una remera.

Ya adentro, Barrios toma la decisión de sacarse la remera y dejarse nuevamente la musculosa dado el calor que hacía dentro del reducido lugar y es cuando dos patovicas lo sacan fuera del bar y comienzan a golpearlo ferozmente.

La victima luego de la golpiza, es trasladado Sanatorio Laprida, donde le determinaron, quebradura en pierna derecha a la altura del peroné.

La falta de ventilación en el lugar es notoria, dado que el bar tiene una capacidad para recibir a 2000 personas cómodamente, y noches promedios rondan las 4000 personas. Este exceso provoca incomodidad, perturbación y falta de aire dentro del boliche.