Todavía se siguen conociendo historias del Censo 2022 realizado el miércoles 18 de mayo en todo el país. En Capitán Bermúdez, una mujer referente de un merendero, al ver que la mayor parte de su barrio no figuraba en los mapas de los censistas, decidió colgarse la pechera, agarrar las planillas y comenzar a censar casa por casa.
Esta situación se dio en Barrio Las Quintas, ubicado en la zona sudoeste de Bermúdez. Allí viven unas 40 familias en viviendas precarias distribuidas entre pasillos los cuales no figuraban en los mapas que tenían los censistas. Ante eso, Eva Albornoz, referente de la “Copa de Leche Sol” no dudó en hacer la recorrida y comenzar a encuestar a sus vecinos.
“Yo en realidad iba como acompañante de censistas porque soy del barrio y lo conozco. Pero
cuando vi que en el mapa que les habían entregado que solamente figuraban las calles Crisantemos (continuación de Pellegrini) y Aconcagua me pregunté ¿Por qué no van a censar en los pasillos?”, contó la mujer a
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“Era una pena porque ahí viven muchas familias, alrededor de 40. Entonces me ofrecí a dar una mano y el censista me dijo que no sabía si me iban a pagar.
A mi no me interesaba la plata, me interesaba que toda esa gente fuera censada porque ellos estaban preparados, se habían quedado en sus casas esperando ser censados”, añadió.
En un principio, recorrió el pasillo más largo que cruza desde calle Crisantemos hacia Aconcagua. Sin embargo, cuando había terminado, “una mujer me preguntó cuándo iba a pasar por su casa, que era un pasillo por la calle Crisantemos antes de llegar a la autopista y ahí viven otras cuatro familias”, señaló.
Fue así que continuó censando a estas familias y recién pudo entregar las planillas alrededor de las 20:30 horas.
Triste realidad
Eva terminó su tarea un sabor un tanto amargo por la dura realidad de las familias que censó, pero a la vez se sintió reconfortada por el agradecimiento de sus vecinos, ya que si no hubiese sido por su buena voluntad y predisposición, estas personas no hubiesen sido censadas, es decir no se los hubiese contado entre los 47.327.407 habitantes que tiene la Argentina, según los resultados provisorios ni tampoco se hubiese tenido información respecto de su situación.
“La verdad es que me dejó muy triste este censo. Ya sabía lo que iba a pasar, porque sé cómo es nuestro barrio y cómo es la situación”, manifestó. Luego, añadió que se encontró con
“mucha gente que no tiene trabajo, chicos que no van a la escuela. Muchas cosas. Lo que más me impactó fue que todavía hay gente que tiene el piso de tierra”.
Si bien ella desde su lugar intenta ayudar, no siempre termina siendo suficiente.
“Hay chicos que necesitan lentes, otros el DNI y otros ir a la escuela. Voy a tratar de ayudar en lo que pueda”, remarcó. También fue consultada acerca de una situación que requería la atención del área de niñez, desde la cual le indicaron que deberá verse a través del Centro Integrador Comunitario, entre muchas otras situaciones con las que se encontró.
Por último, a pesar de lo “triste” que terminó, manifestó “estoy contenta porque la gente me dijo ‘gracias a vos Eva que nosotros fuimos censados, porque en el censo anterior no vinieron para acá’”.