Lucero Maggio tiene 13 años, es de Capitán Bermúdez y hace 5 que conoció el mundo de los caballos por primera vez. En sus primeros años, su maestra Veronica Barraco le enseñó, fundamentalmente, el respeto, la responsabilidad y “el amor con el que hay que vincularse con estos seres maravillosos”, señaló Silvina, su mamá.

“Desde que se subió a un caballo por primera vez, la maestra, que es una persona experimentada, predijo que Lucero iba a estar enamorada de los caballos de por vida”, agregó. Actualmente, la adolescente entrena en el Jockey Club de Rosario y en la quinta Ecuestre “La Escondida”. Su profesor es Pablo Rolt, que también es jinete y, a su vez, maestro.

“Lucero empezó a tomar clases de equitación, pasó por distintos clubes y comenzó a saltar. Siempre se comienza a saltar desde las alturas más bajas. Actualmente está en una categoría que se llama “Children” que es de niños de 11 a 14 años. Ella tiene 13 y ya está saltando un metro”, explicó Silvina.

Además, indicó que a las mujeres que practican equitación se las llama amazonas y a los varones Jinetes. Lucero es una amazona de categoría children. También practica volteo, que es una acrobacia sobre el caballo, lo que implica equilibrio, fuerza y concentración.



Camino al Sudamericano

Ella pudo participar del Torneo Sudamericano porque compitió en distintos torneos que se hicieron este año. “El más importante fue el torneo regional que se hizo en el Jockey Club de Rosario”, dijo la mujer.

El Campeonato Sudamericano Sub-21 de Salto que se llevó a cabo desde el lunes 17 al sábado 22 de octubre en el Haras Santa María del Mar, en la ciudad de Mar del Plata, contó con la participación de más de 130 binomios (jinetes/amazonas y caballos/yeguas) de ocho países del continente. La competencia tuvo pruebas de salto y volteo en las categorías de jóvenes jinetes y amazonas, juniors, pre-juniors e infantiles.

“Fue un torneo muy especial porque por primera vez, después de muchísimos años, los tres primeros puestos fueron con una puntuación excelente. Es un torneo en el que lo más importante, aparte del tiempo en el que realizan la prueba, es realizar la menor cantidad de faltas posibles”, explicó. Una falta en este tipo de competencias se le llama a cuando una valla se cae porque el caballo la toca, excederse en el tiempo, que el caballo se niegue o se olvide el recorrido.

“Los tres primeros puestos fueron de cero faltas a lo largo de todo el torneo. Lucero tuvo la mala suerte de que cometió una falta en una de las pruebas y quedó con cuatro puntos en contra, pero igualmente por su performance clasificó, llegó a la final y afortunadamente ganó la clasificación y la colocación en cuarto lugar”, explicó su mamá.



“Está super satisfecha”, agregó. “Su caballo se llama JM Calixto y es su segundo caballo porque su primera yegua, Pipa, era una petiza, y Lucero ha crecido en estatura, entonces hay una altura a la que determinados caballos, por una cuestión física y por su performance, no llegan a cumplir, por lo que tuvo que evolucionar a un caballo de mayor porte”, añadió.

Lucero también fue consultada acerca de su experiencia en el campeonato, y manifestó que “fue una experiencia muy linda, lo disfruté mucho más allá de haber clasificado. Aprendí mucho de los demás participantes, tanto de Argentina como de otros países”.

Además, aprovechó para realizar agradecimientos: “a mis papás que siempre me apoyan en este deporte y me acompañan a todos lados. También a mi profe actual, Pablo Rolt y a la profesora que me inició en el deporte, Verónica Barraco, y por último a mi yegua Pipa, que fue la que me enseñó todo y a mi caballo actual que sin él no podría haber llegado hasta acá”.

Por último, su mamá contó que el año que viene el Sudamericano se realizará en Brasil “esperamos poder llegar con mucho trabajo, confianza y siempre creciendo”, concluyó.