Una particular historia se vivió este martes por la tarde en Nashville, en el marco de la última fecha del Mundial de Clubes, que finalmente dejó a Boca fuera de la competencia tras empatar con el Auckland City de Nueva Zelanda 1 a 1.

El equipo oceánico es semiprofesional, ya que su país no cuenta con liga netamente profesional y todos los jugadores de todos los equipos llevan adelante una vida donde solventan sus ingresos con trabajos ordinarios, lejos de las cifras exorbitantes que manejan los futbolistas, inclusive en Argentina.

Esta es la realidad de quien marcó el empate definitivo en favor de los neozelandeses, el defensor central Christian Grey, quien tiene 28 años de edad y es aspirante a docente de educación primaria en la escuela Mount Roskill Intermediate School y en la primaria de Auckland, la segunda ciudad más importante de aquel país.

En el plantel oceánico conviven realidades de ese tipo, con jugadores que entrenan por la mañana o por la tarde y que entrenan a la vez que realizan otras actividades profesionales.

Es el segundo partido en la historia del Auckland City frente a equipos argentinos. En 2024, perdió sobre la hora con San Lorenzo de Almagro en la semifinal del antiguo Mundial de Clubes.