Desde la Municipalidad de Capitán Bermúdez, recordaron que un día como hoy, 2 de febrero de 1813, pasó por las tierras de esta actual localidad el General Don José San Martín al mando del ejército de Granaderos a Caballo, para descansar la noche previa al combate de San Lorenzo.
La conmemoración se hizo a través de las redes sociales oficiales del municipio, con el siguiente texto del reconocido profesor e historiador local Pablo Sapei:
“209 años atrás, caía la tarde y la oscuridad del anochecer se expandía por toda la amplia llanura…. Cerremos los ojos e imaginemos sobre ese paisaje, un humilde rancho de adobe, protegido por la sombra de algún sauce, con corrales y caballos… muchos caballos…
A lo lejos sobre el oeste, se recortaba el portentoso río marrón, sobre el cual, perturbándolo, se podían distinguir mástiles de navíos, con las banderas realistas, altivas y desafiantes a las puertas del único edificio, que desafiaba el agreste paisaje, el Convento Franciscano de San Carlos en los campos de San Lorenzo.
Ese humilde rancho, germen de nuestra historia, prestaba funciones como Posta de Pasajeros y de Mensajería sobre el camino real a Santa Fe y Paraguay, Posta que con el nombre de “Espinillo” había sido establecida en 1775 y que en aquel atardecer del 2 de febrero de 1813, se encontraba a cargo de Sebastián Basualdo, quien seguramente alerta, con la caballada lista, esperaba a un pasajero, que le daría inmortalidad a su presencia.
Aquel 2 de febrero de 1813, el silencio y la noche se vieron sorprendidos por el ruido lejano de hombres y caballos, avanzando con premura pero también con sigilo, sabiendo que en la sorpresa estaba la clave de su triunfo. Al frente de esos rudos jinetes, cubiertos de polvo y ansias de gloria, se encontraba un personaje singular…. Un hombre que había renunciado a todo para retornar a sus raíces y ofrecer su espada en pos de la libertad de las tierras del sur de América, ese Teniente Coronel, que había creado y entrenado a una nueva fuerza militar, con el nombre de Granaderos a caballo, se llamaba JOSÉ FRANCISCO DE SAN MARTÍN y estaba pronto a comenzar a escribir, en la mañana del 3 de febrero de 1813 y a las puertas de aquel convento, el inicio de la emancipación Americana.
Su estadía en la Posta del Espinillo será breve pero no por eso menos importante, será aquí donde recibirán la caballada con la cual cargaran con éxito contra las tropas realistas a la mañana siguiente, será aquí donde se encontrara con el comerciante británico Jhon Paris Robertson, quien se convertirá en testigo y cronista directo de aquella histórica jornada…
Desde esa noche y a la mañana del día 3 de febrero ya nada será igual para todos aquellos hombres, una nueva y glorioso página de la historia de la emancipación de los pueblos se comenzaba a escribir y ellos los Granaderos a Caballo y su jefe militar el teniente coronel José Francisco de San Martin darán testimonio con su acción, del coraje y compromiso con la libertad.
Nosotros, los bermudences tenemos el compromiso y el honor de recordar lo acontecido aquel anochecer del 2 de febrero de 1813, somos herederos de los valores que empujaron a esos hombres y mujeres a luchar por la libertad, somos una ciudad que con su nombre y con aquella posta, forma parte de la presencia y del legado sanmartiniano en nuestro país y en nuestro continente… Está en nosotros mantener viva la llama de la memoria y recordar aquella humilde posta y a ese trascendental pasajero, don José de San Martin.