En Capitán Bermúdez hay activos más de 20 merenderos o comedores comunitarios. Algunos ya existentes y otros que se han sumado desde que comenzó el aislamiento en marzo, ya que muchas familias subsistían con la realización de “changas” o trabajos informales, los cuales se vieron restringidos por varios meses debido al confinamiento obligatorio.

Estas agrupaciones solidarias se han tenido que adaptar a la “nueva normalidad” que impone la pandemia por el Coronavirus. Entre los principales cambios que han tenido que implementar se encuentras: la reducción de colaboradores que trabajan en simultáneo, incorporación de medidas de higiene estrictas y el uso de barbijo, entre otras.

Uno de los merenderos de la ciudad es “Los Pibes de Barrio Copello”, en la zona oeste de Bermúdez. Su colaboradora más reconocida es Marita López, quien al respecto de la nueva forma de trabajo por el COVID-19, afirmó “estamos trabajando bien, pero redujimos la cantidad de colaboradores. Antes éramos ocho por turno y ahora somos 3”.

En este merendero entregan leche con facturas u otra elaboración y comida día por medio, aunque, cuando tienen mercadería suficiente, lo hacen todos los días. Preparan unas 225 raciones por jornada, sobre todo para niños y adultos mayores. De todas formas, la colaboradora aseguró que algunas personas se quedan sin poder acceder a una porción “pero comprenden que no alcanza para todos” dijo.



Reciben donaciones de alimentos del municipio y de diferentes entidades y particulares. Los elementos de higiene se los han donado diferentes instituciones de la ciudad y os tapabocas que utilizan las voluntarias los han comprado cada una con su dinero.
“Aplicamos todos los protocolos que se puedan” aseguró Marita y continuó “tenemos una bandeja con cloro en el piso para cuando ingresan las colaboradoras, usamos guantes y alcohol para rociar las botellas y recipientes que la gente trae para llevarse la comida, se los recibe en la vereda y les exigimos que traigan el barbijo”.

Otra de las copas de leche es “Sol” de Barrio Quintas , en la zona sudoeste de Capitán Bermúdez. Allí, está al frente es Eva Albornoz, quien contó a este medio que son 6 las voluntarias que trabajan en dicho merendero y adoptaron medidas similares: “las mamás vienen a buscar la comida con barbijos y nosotras también tenemos cada una el suyo” aseguró. Además, utilizan alcohol y lavandina para desinfectar los elementos de trabajo.



En este voluntariado, se entregan viandas a 40 familias mayormente de barrio Quintas, pero también de otros sectores de la ciudad e inclusive a vecinos de Granadero Baigorria. “A pesar de la pandemia no dejamos nunca de hacer la comida. Entre todos nos cuidamos y tratamos de que tomen consciencia todos de cuidarse” expresó Eva y agregó “gracias a dios acá no hubo contagios, y esperemos seguir así”.

Los elementos de sanitización los reciben del Banco de Alimento de Rosario (BAR), como así también donaciones de particulares. Además, reciben a través del municipio productos para preparar comida los viernes y mediante el BAR acceden a productos para preparar bolsones para entregar una vez al mes.

por Marcos Carballo