El grito al unísono pide justicia no solo para Brenda Sandoval, la joven sanlorencina asesinada a quemarropa en su vivienda de barrio José Hernández de San Lorenzo el pasado sábado, sino que también es el anhelo de las familias que a lo largo de estos últimos años perdieron seres queridos en hechos de inseguridad.

Nuevamente, los familiares de las víctimas mostraron a la sociedad sanlorencina que hay varias vidas que se fueron y cuyos seres queridos no han encontrado un mínimo de reparo en la Justicia.



Allí estuvieron presentes Sergio y Verónica, los padres de Brenda Sandoval, junto a Franco, su pareja y quien esperaba a Cataryna, la hija de cinco meses de gestación que se encontraba en el vientre de la joven de 25 años de edad asesinada.

“Nosotros en este momento no sabemos nada, solamente hay indicios, hay cámaras que todavía no se han revisado, no tenemos apoyo de nadie”, declaró el padre de la víctima en diálogo con 11Noticias.

La actuación de la Fiscalía aún se mueve en una etapa más bien preliminar. Con la autopsia ya hecha, los padres de la joven esperan aún el resultado. Pero más allá de las causas de la muerte, intentan comprender el por qué, y una respuesta que se esconde detrás de una nebulosa de hipótesis que aún no dan cuenta del motivo del brutal asesinato.

“Estábamos en una cena familiar, estábamos por comer, cocinando con mi yerno, mi señora, mi otro hijo... Escuchamos el ruido, pero pensamos que eran cohetes, porque jugaba Central y River, y los del frente son hinchas de Central. Me fui para adelante, vi humo, y solamente escuché a mi hija que me decía, ‘ayúdame papá’. Cuando yo la fui a abrazar, estaba bañada en sangre”, relató Sergio.

Brenda recibió 6 de los 25 disparos que efectuaron al menos dos personas, una de ellas desde el interior de su vivienda de calle Vilcapugio al 600, según determinaron las primeras pericias. Al hospital llegó sin vida, tanto ella como la bebé que esperaba dar a luz.

“No sé si algún vecino vio algo, le pido que por favor lo diga. A mí no me llegó información, solamente sabemos que fue una chata roja, una EcoSport roja, pero después nada más que eso”, agregó.



“Hace de cuenta que no tengo vida”, dice Franco, quien desde hace un año estaba en pareja con Brenda y esperaba a una hija. Tanto él como los padres de Brenda declararon en las últimas horas ante la fiscal Natalia Benvenutto. Aún esperan encontrar cámaras privadas de vigilancia porque desconocen del funcionamiento de las pertenecientes al centro de monitoreo sanlorencino.

No hay detenidos ni hubo allanamientos vinculados a la causa. Mientras tanto, los padres de Brenda se apoyan en el dolor de sus pares, quienes sintieron y sienten el mismo dolor de ellos ante la trágica pérdida de un ser querido, arrebatado por un contexto de violencia que crece y se recrudece, principalmente en la ciudad de San Lorenzo.