Dos semanas separan el momento en que la familia de
Sofía Delgado comenzó a pedir por la aparición de la joven sanlorencina de 20 años de edad, que desapareció de su casa de Francia al 500 de San Lorenzo en la noche del miércoles 30 de octubre y nunca más regresó o pudo regresar.
Desde allí,
se vienen realizando movilizaciones de forma prácticamente diaria por el casco céntrico de San Lorenzo, siempre con el mismo pedido hacia las autoridades tanto policiales como judiciales: el paradero de Sofía.
Ese malestar comienza a notarse en las movilizaciones que organizan tanto los familiares y allegados de la joven junto a las personas que se empiezan a compenetrar cada vez más en el pedido de que la se realicen acciones para dar con Sofía.
Este enojo se expresa en cubiertas quemadas, cortes intempestivos en la vía pública, y un notorio malestar en las personas que ven como todo amenaza con repetir uno de los hechos más trágicos en la historia democrática sanlorencina y prácticamente del país.
La Fiscalía, ahora desde esta semana con un equipo exclusivo de la Policía de Investigaciones, avanza con allanamientos que están vinculados al entorno de Alejandro B., el principal sospechoso de que al menos haya tenido contacto con Sofía en la noche del 30 de octubre.
Sirve pero no alcanza, porque toda una región, ya con trascendencia y voces a nivel nacional, pide por la aparición de Sofía Delgado.