
No se encontraron resultados.La actividad se dio en el marco de la visita del buque Esperanza a la ciudad de Rosario, como parte del “Esperanza Tour 2016”, una gira por tres puertos argentinos en defensa de los bosques nativos del país.
Un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ubica a la Argentina entre los diez países que más deforestaron durante los últimos 25 años en todo el mundo: se perdieron 7,6 millones de hectáreas, a razón de 300.000 hectáreas por año.
“Nos encontramos ante una verdadera emergencia forestal. A pesar de las prohibiciones que establece la Ley de Bosques, muchos terratenientes siguen arrasando selvas y bosques, no reforestan y sólo pagan una multa irrisoria. Esto se tiene que terminar; destruir bosques es un crimen y debe ser castigado penalmente”, afirmó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.
Según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, desde la sanción de la Ley de Bosques (noviembre de 2007) hasta fines de 2014 se desmontaron más de 2 millones de hectáreas, de las cuales 620 mil eran de bosques protegidos.
Actualmente en Argentina la deforestación ilegal no es considerada un delito penal, a diferencia de lo que sucede en varios países del mundo.
"Los bosques, además de concentrar biodiversidad considerable, juegan un papel fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos. Son nuestra esponja natural y paraguas protector. Cuando perdemos bosques nos volvemos más vulnerables ante las intensas lluvias y corremos serios riesgos de inundaciones", advirtió Giardini.