El presidente Javier Milei eligió el Foro Económico Mundial de Davos para llevar más allá su discurso contra la “ideología de género” y realizó una intervención en donde llevó un paso adelante su nivel de violencia contra la homosexualidad y las diversidades sexuales.

Primero, el presidente señaló que el “feminismo, diversidad, inclusión, equidad, inmigración, aborto, ecologismo, ideología de género, entre otros, son cabezas de una misma criatura cuyo fin es justificar el avance del Estado mediante la apropiación y distorsión de causas nobles”.

Luego, volvió a tomar al “feminismo radical” y lo llamo “privilegios”, ya que “llegamos incluso al punto de normalizar que en muchos países supuestamente civilizados, si uno mata a la mujer se llama femicidio, y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima, legalizando de hecho que la vida de una mujer vale más que la de un hombre”.

Sobre la “ideología woke”, el presidente de la Nación, ante uno de los principales foros de empresarios e instituciones occidentales, dijo que es un “virus mental”, y que se trata de “la gran epidemia de nuestra época que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar”.

“El wokismo es el resultado de la inversión de los valores occidentales, cada uno de los pilares de nuestra civilización fue cambiado por una versión distorsionada de sí mismo mediante la introducción de diversos mecanismos de su versión cultural”, agregó el presidente.

Ante esto, desde la Agrupación Hijos por la Identidad y la Justicia, contra el Olvido y el Silencio, repudiaron estas afirmaciones, señalando que promueven el odio y la discriminación hacia colectivos históricamente vulnerados.

De forma legal, el diputado nacional por el Partido Socialista, el santafesino Esteban Paulón, denunció penalmente al presidente por “incitación al odio”, "amenazas", "intimidación pública", "incitación a la violencia colectiva", "abuso de autoridad" y "discriminación".