
Esta vez los dimes y diretes estuvieron entorno al aumento de prepagas, naftas, vacunas y restricciones respecto la exportación de maíz (dislate por medio entre el Ministro de Obras Públicas y su par de Agricultura)
¿Cuál es el quid de la cuestión? En el fondo el debate interno y la tensión es la siguiente.
1 - Argentina desde la asunción de Alberto tenía que enfrentar una restructuración de deuda con los acreedores privados por un lado y con el FMI por el otro, ambas presuponen (-+) procesos de ajuste que garanticen un horizonte de pago. Tensión.
2- A partir de abril: PANDEMIA! que llevó a una caída estrepitosa de la economía, claro, más retracción. Como contraparte debieron salir a inyectar dinero al mercado (ayuda social, ATP, IFE), que se contrapone con el ítem del apartado anterior de reducir el gasto (no quedaba otra). Tensión.
3 – Ese conflictivo escenario, lo dinamita el tema PRECIOS, demanda de aumentos por parte de las empresas servicios públicos, naftas, prepagas y un sinfín de etc, etc. Inflación. Tensión.
¿Contracción o ampliación de la economía? (cuánto, cómo y dónde)
En este tironeo se mueven los distintos sectores de la coalición de gobierno, entre los que pretenden acomodar las cuentas y los que no quieren más ajuste. Sumado a un dato no menor.... las elecciones 2021 a la vuelta de la esquina. CFK en La Plata dejó en claro su postura.
¿Pero quién debe liderar estas tensiones internas? No haría falta decirlo, Alberto!
- PRIMERO: consensuar INTERNAMENTE dentro de su coalición una estrategia política y económica respecto a tarifas, precios, salarios, equilibrio fiscal y acuerdo con el FMI.
- SEGUNDO: establecer una estrategia clara de COMUNICACIÓN hacia abajo y hacia afuera. (donde falla permanentemente).
En definitiva, no hacer otra cosa que ejercer liderazgo. De lo contrario parece correr detrás de las tensiones internas (lógicas y naturales) paralizando la gestión de gobierno.
Por: Lic. Hernán Rodríguez Berardi
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