El caso se conoció cuando el hermano de la víctima denunció su desaparición y apuntó directamente contra Adriana Valeria Suárez, de 40 años, quien además cumplía prisión domiciliaria en esa misma propiedad. Según trascendió, el denunciante habría recibido fotos enviadas por la propia mujer en las que se veían restos humanos siendo quemados.

Alertados por esta denuncia, efectivos de la Comisaría 44º se dirigieron al domicilio ubicado en Adolfo Calle 1978, pero Suárez se negó a abrir la puerta. Fue necesaria una orden de allanamiento para poder ingresar al inmueble, donde finalmente se confirmó la escalofriante escena: un cuerpo desmembrado y parcialmente calcinado.

Suárez quedó detenida en el lugar y, tras ser interrogada, confesó el crimen. Alegó que había asesinado a su expareja porque este habría intentado abusar de una de sus hijas.

El caso está siendo investigado por la fiscal Andrea Lazo, mientras se aguardaba la confirmación oficial de la identidad de la víctima y los resultados de las pericias forenses.