El pasado miércoles condenaron en el Centro de Justicia Penal de Rosario a Marcos Jeremías Mac Caddon, un hombre de 36 años ligado a “Guille” Cantero, máximo líder de Los Monos, a quien respondía y para quien regenteaba el negocio de las drogas en el Cordón Industrial, desde la zona norte de Rosario hasta Puerto General San Martín.

Mediante un procedimiento abreviado presentado por la Fiscalía y aceptado por la Defensa la Jueza de Primera Instancia Valeria Pedrana lo condenó a la pena de 5 años y 8 meses de prisión efectiva por los delitos de Portación de arma de fuego de uso civil condicional en concurso real con el delito de organizador de la asociación ilícita; Cohecho en carácter de autor y en grado de consumado en concurso real con los delitos de extorsión en carácter de autor y en grado de tentativa, y Amenazas coactivas en grado de instigador y en carácter de consumado.

En primera instancia, el Fiscal Luis Schiappa Pietra le atribuyó que el día 19 de junio de 2019, en Bv. 27 de Febrero y Pascual Rosas de Rosario aproximadamente a las 19:30 en momentos en que personal de Gendarmería Nacional procedió a avistarlos en un vehículo Citroën C4, les secuestró de la guantera un arma de fuego Taurus Milenium número de serie suprimido, con cargador con tres proyectiles calibre 32 Auto, produciéndose la aprehensión y su identificación.

También les atribuyó junto a Ariel Máximo Cantero, Leandro V., Pablo Nicolás C., y Damián E. formar parte de una asociación ilícita cuyo objetivo era obtener dinero mediante el uso de violencia, amenazas a distintas personas, usurpaciones de domicilios, abusos de armas y extorsiones. Asimismo ellos garantizan la seguridad de barrios y zonas para cometer hechos delictivos, lo que se denomina “dominio territorial”.

La Asociación se estructuró bajo la modalidad de células autónomas que operan independientemente todas ellas colaborando con un mismo fin común. Ariel Máximo Cantero es el jefe de la asociación quien desde su lugar de alojamiento en la unidad penitenciaria de Marcos Paz da órdenes a Mac Caddon, Leandro V., Pablo Nicolás C., y Damián E. quienes además poseen sus propias células o ramas de la organización y reportan a Ariel Máximo C., asimismo cada uno de ellos procura favores ilícitos de funcionarios públicos para posibilitar el funcionamiento de los negocios ilícitos de la organización. La asociación ilícita tiene una duración en el tiempo que data -al menos- desde el mes de marzo de 2020.

El condenado intercambió mensajes con Ariel Máximo Cantero en fecha 4 de marzo de 2021 a partir de lo cual comienza su liderazgo en la conducción de un grupo de personas con el cometido mencionado. A fin de afianzar el dominio territorial de esta facción el imputado gestionó recursos humanos y materiales para lograr los fines de la organización, acordó con personal de fuerzas de seguridad y otros funcionarios públicos la obtención de favores ilícitos y omisiones de cumplir obligaciones que como tales debían, a cambio de entrega de dinero, y todo para favorecer el funcionamiento de la asociación ilícita.

Impartió órdenes a personas que se encuentran por debajo suyo en la estructura de la organización para cometer diversos hechos violentos, a través de la intimidación mediante el uso de armas de fuego. Dispuso de armas de fuego y vehículos para realizar diversos hechos violentos que fueron cometidos por el condenado en persona o por personas que se encuentran bajo su mando; gestionó el cobro de deudas de forma violenta con organizaciones antagónicas y con personas que le abonan sumas de dinero para poder ejercer distintos negocios -legales e ilegales- en la zona donde el mismo ejerce control territorial.

Para cumplir este cometido el imputado en fecha 9/9/2021 a las 13:57hs realizó un llamado telefónico exigiendo el pago de una suma de dinero con la conformidad de Ariel Máximo C. -jefe de la organización- y de funcionarios públicos desplazó a las personas que ejercían el control territorial en la zona norte de Rosario, Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, San Lorenzo y Puerto General San Martín, haciéndose cargo de la administración de los negocios legales e ilegales en esa zona, y participando de dichos beneficios a la célula comandada por otra persona.

El imputado mantuvo reuniones con personal de las fuerzas de seguridad “de todos los colores”, según se desprendió de las comunicaciones extraídas de su celular, con los cuales gestiona protección en la zona donde el mismo ejerce control territorial permitiéndole acceder a información relativa a las investigaciones existentes en la zona a su cargo, evitando que personas de su organización sean detenidas o en caso de que fueran detenidas que recuperen la libertad.