Desde el potrero en el barrio de Flores hasta la Santa Sede, la vida del Papa Francisco estuvo atravesada por la fe, y por la pelota. “Siempre me gustó jugar al fútbol, daba igual que no fuera muy bueno. En Buenos Aires, a los que eran como yo los llamaban ‘pata dura’”, confesó en
, su autobiografía publicada en 2025. Aunque no brillaba por su técnica, solía atajar y disfrutaba cada partido como un ritual sagrado.
Su pasión por San Lorenzo nació en su infancia, de la mano de su padre, Mario Bergoglio, ferroviario e hincha ferviente del club. Fue él quien lo llevó por primera vez al Viejo Gasómetro. Esa experiencia lo marcó para siempre. “Íbamos a la popular. Vi a San Lorenzo salir campeón en el ’46. Me acuerdo de Farro, Pontoni y Martino, una delantera increíble”, contó.
En su libro, Francisco recordaba con afecto a aquel equipo glorioso de 1946: Blazina, Vanzini, Basso, Zubieta, Greco, Colombo, Imbelloni, Farro, Martino, Silva y Pontoni. “Vi casi todos los partidos en casa... Más de 70 años después, los tengo presentes como si fuera ayer”, escribió.
Cuando fue elegido Papa en 2013, el mundo descubrió una faceta particular del nuevo pontífice: su amor abierto por el fútbol. Como arzobispo de Buenos Aires ya seguía de cerca la campaña del Ciclón, pero desde el Vaticano su fanatismo tomó alcance global.
Ese mismo año, San Lorenzo viajó al Vaticano para entregarle una camiseta con su nombre y el número 10. Francisco, con humor y afecto, los recibió diciendo: “Espero que sigan bien y que no sufran mucho los hinchas”. También fue fotografiado con su carnet de socio al día, imagen que recorrió el mundo.
Un año después, en 2014, San Lorenzo conquistó por primera vez la Copa Libertadores. Para muchos hinchas fue un milagro: con un Papa cuervo en Roma, el sueño continental se volvió realidad. El propio Francisco recibió el trofeo en el Vaticano con una sonrisa y la frase: “Siempre supe que este día llegaría”.
El vínculo del Papa con el fútbol iba más allá de su amor por San Lorenzo. En 2016 organizó un partido benéfico entre el Ciclón y la Roma para ayudar a las víctimas del terremoto de Amatrice. También fue nombrado socio honorario del club azulgrana ese mismo año.
Jugadores como Lionel Messi y Diego Maradona lo visitaron en distintas ocasiones. Además, en diciembre de 2020, Jorge Amor Ameal —entonces presidente de Boca Juniors— le envió un carnet de socio en el marco de un acuerdo con Scholas Occurrentes, una fundación pontificia que impulsa escuelas en todo el mundo.
Francisco también integró su pasión futbolera en sus discursos religiosos. Solía usar metáforas deportivas para hablar de la vida cristiana, comparando a los discípulos con jugadores de un equipo, y su labor como Papa con “un partido honrado y valiente”.
La conexión de Francisco con el fútbol latinoamericano fue profunda y llegó incluso a México. A lo largo de su papado recibió camisetas de varios clubes de la Liga MX, y mantuvo cercanía con algunos de sus dirigentes.
En octubre de 2017, el Atlético de San Luis anunció junto al Papa que el estadio Alfonso Lastras sería sede del partido Compromisos por la Paz, impulsado por Scholas Occurrentes. En esa ocasión, el entonces CEO del club, Juan Alberto Marrero Díaz, le obsequió una camiseta del equipo tunero.
En abril de 2022, recibió camisetas de Atlas y Santos Laguna, que compartieron el gesto en redes sociales: “Gracias Papa Francisco por recibir la playera del campeón”, escribió el club tapatío. Santos acompañó su regalo con una frase que el propio Papa podría haber dicho: “Todos estamos llamados a ser Santos”.
Otros clubes que le hicieron llegar camisetas fueron Rayados de Monterrey —con firmas de Gallardo, Medina y Jonathan González— y Tigres de la UANL, a través del gobernador de Nuevo León, Samuel García. Este último le entregó dos camisetas firmadas por jugadores argentinos como Nahuel Guzmán y Guido Pizarro.
Más recientemente, en 2025, la periodista Fer De Luna logró acercarse al pontífice y regalarle una camiseta de Chivas de Guadalajara junto con dulces mexicanos. “Como sé que le gusta el fútbol, le estoy dando la playera del mejor equipo de México”, le dijo emocionada.
Francisco falleció este lunes en la Casa Santa Marta, según informó el cardenal Kevin Joseph Farrell. En su honor, San Lorenzo planea bautizar su nuevo estadio —ubicado en los terrenos del Viejo Gasómetro— con su nombre. Aunque él no se mostraba entusiasmado con la idea, su figura ya está inmortalizada entre los cuervos.