Como perros y gatos los concejales y la autoridad municipal mantienen una relación que pocos frutos ha dejado para la localidad de Fray Luis Beltrán. Hoy en un acto de desconocimiento la intendente efectuó el traslado del municipio a pesar de los decretos emitidos por los ediles que solicitaron la abstención de dicho movimiento.

Desde la semana pasada el municipio ya está funcionando a pleno en el nuevo palacio municipal ubicado en la intersección de calle General Savio y Av. San Martín. En dicho edificio se concentraron todas las áreas municipales a excepción de Salud que se ubica en el Centro de Salud Juan Bautista Cairo.

Según datos a los que pudo acceder este medio, el traslado del palacio municipal superó el millón de pesos, de los cuales alrededor de $900.000 llegaron desde el gobierno provincial para realizar este movimiento. Para el funcionamiento el edificio alquilado al empresario Juan Brajkovic se remodeló toda la fachada, el sector Oeste, estacionamiento interno, oficinas, cableados lo que demoró casi un año.

Por lo pronto el viejo edificio municipal y patrimonio de la ciudad quedó desolado y a la espera de prestar nuevamente el servicio a la comunidad aunque según declaraciones de la administradora local, “posiblemente, se refaccione la casa municipal para que funcione el Concejo, el registro civil y juzgado de paz”.

El acercamiento entre la intendente y los concejales

El lunes de la semana pasada los concejales fueron recibidos por la intendente Lilaina Canut en su despacho de calle Perón. En una reunión con desacuerdos y altos niveles de voz las partes no lograron un consenso que contribuya a la necesidad de la ciudad. El primer cuestionamiento fue la falta de remisión de fondos para el concejo deliberante y la respuesta del ejecutivo fue “que no hay fondos”.

Más allá de las discusiones políticas en la reunión hubo una solicitud del ejecutivo que también se reiteró públicamente en este medio, “Si hicimos las cosas mal de parte nuestra o de ellos, creo que tenemos que empezar de acá en adelante”.

A pesar de las intenciones de hacer un punto y aparte los ediles continúan en desacuerdo con este traslado del municipio y están dando forma a un escrito para decretar como ilegítimo e ilegal el traslado del palacio municipal “en virtud de que viola flagrantemente el decreto 04/15 de fecha 11 de agosto de 2015, el que por no haber sido observado y/o vetado por el departamento ejecutivo municipal, se haya plenamente vigente”, según un indica un borrador.

La intendente Liliana Canut detalló a 11Noticias que “se vende la casa donde funciona personal, hay que entregar la casa donde está empleo y automotores ¿dónde colocamos a esa gente?”, cuestionó la intendente a favor del traslado.

“Estamos algo distanciados pero hubo una cercamiento, si hicimos las cosas mal de parte nuestra o de ellos, creo que tenemos que empezar de acá en adelante, ellos necesitan la partida, nosotros económicamente no estamos muy bien, se confunden muchas cosas muchas veces por falta de comunicación que la reconozco y me hago cargo de lo que digo”, reconoció.

Restricción de poderes

El concejal del PJ Daniel Ortíz sostiene que la no remisión de las partidas para el correcto funcionamiento del concejo deliberante, la falta de documentación en tiempo y forma y el no cumplimiento de las ordenanza y decretos que emite el cuerpo legislativo local, es un restricción de los poderes democráticos de la ciudad.

“Es una cuestión institucional, tenemos un cargo otorgado por elección del voto popular, una responsabilidad que nos encomendó la ciudadanía y no podemos ejercer a pleno este derecho constitucional porque el poder ejecutivo no toma en cuenta que la ciudad se gobierna en conjunto, el concejo deliberante es un organismo complementario de la gestión y es el contralor del ejecutivo. Estamos ante una falta muy grave y tenemos que encaminarnos hacia el consenso”, resaltó el concejal.

Un concejo para pocos

El concejo deliberante funciona en las oficinas ubicadas en un primer piso de calle Illia y Av. San Martín, desde hace muchos años el cuerpo deliberante desarrolla sus actividades en este espacio que no es amplio en su capacidad ni accesible para todos. El lugar no cuenta con ascensor para personas con capacidades diferentes, no posee luces de emergencia ni generador y no cuenta con salida de emergencias.

Hay que resaltar la acertada propuesta de que el concejo deliberante pueda funcionar en el viejo edificio o en el caso de que el traslado vuelva al edificio patrimonial, reubicar el concejo a un lugar de mayor accesibilidad para toda la ciudadanía.