María José Borsani es terapista ocupacional en salud mental y maestra especializada en educación diferencial, en dialogo con 11Noticias explica las diferencias entre integración e inclusión y adonde pretende llegar la nueva mirada de la educación.

Al hablar de inclusión e integración nos dice que “no es lo mismo, cada uno corresponde a un momento, son movimientos diferentes aunque comparten espacios y estamos en un momento que tendríamos que hablar de paradigma en tránsito”.

En un breve repaso histórico para comprender el contexto, Borsani explica que “nosotros salimos de una escuela tradicional, homogeneizadora que siempre puso la igualdad por delante y esa escuela empieza a tener unos movimientos en un momento, sobre todo a finales de los 80 y 90. Son todos movimientos en que la escuela tradicional sarmientina, homegeneizadora empieza a mirarse y tiene que ver con una construcción socio-histórica, pos dictadura la escuela se plantea muchas cuestiones y aparece un movimiento por el cual se empieza a preguntar porque dejar alumnos afuera, que pasa con esos alumnos que no pueden estar dentro de la escuela llamada ´común`, que se puede hacer para que puedan estar”.

Así explica lo que es el movimiento de la integración educativa, que hace un esfuerzo para que aquellos que no podían estar en la escuela, con algunas intervenciones lo puedan hacer, es una escuela que aun conservando una mirada general hacia un grupo clase puede hacer movimientos y dar lugar a ciertos alumnos con Necesidades Educativas Especiales (NEE).

“Después viene otro movimiento superador, en este siglo que es siglo del derecho, del respeto a la diversidad y es la idea de pensar una escuela amplia que tenga lugar para todos, dejamos de hablar de Necesidades Educativas Especiales de algunos alumnos y pasamos a hablar de necesidades educativas de todos los alumnos, porque la idea de escuela inclusiva no es otra cosa que la capacidad de un sistema de atender a todos, niños, niñas, adolescentes sin exclusión de ningún tipo, de poder pensar esa amplia gama de diferencias y poder asegurar la participación y aprendizaje de cada uno en el marco de todos los servicios comunes y sociales.” cuenta la especialista.

Agregando que esto se logra “con un trabajo de base muy fuerte, muy sólido, con un trabajo de gestión, de capacitación, de reflexión, hoy por hoy en un mismo día dentro de una escuela por momentos asoma el paradigma homegeneizador después baja, vemos algo que queda de integración, aparece el paradigma inclusivo, es como si estuviéramos en un momento de una metamorfosis muy grande que lo podemos llamar un paradigma en tránsito, sabemos a donde vamos, al paradigma inclusivo”.



“La diversidad es un valor humano y como tal es un valor educativo, pasa que hubo como una `confusión´que estuvo en pensar que la diversidad era sinónimo de déficit y no tiene nada que ver porque la diversidad se manifiesta a través de diferentes tipos de formas, étnicas, religiosa, lingüísticas, culturales, familiar, de género, pensá todo esto en un aula. El eje no debe ser la capacidad o el déficit sino la dignidad y el derecho de todo sujeto de ir a la escuela y recibir una educación acorde a sus necesidades” reflexiona la docente especializada.

BARRERAS – ESI EN LAS ESCUELAS

María José Borsani nos explica que “cuando un niño no puede aprender es porque hay una barrera, no aprende porque algo esta pasando en la propuesta o en el contexto, si no aprende de la manera en que yo enseño tendré que enseñar de otra manera”.

De esta manera cualquier persona que este en el entorno educativo del estudiante puede convertirse en barrera, pero también “son el tiempo que proponemos para trabajar, la propuesta curricular, la metodología, si un texto esta en letra cursiva y el alumno lee en imprenta, exigir la interpretación de un texto académico y el alumno puede leer oraciones más sencillas, pero las más complicadas de vencer hoy son la ideológicas y la pedagógicas, ahí hay que trabajar muchísimo” reflexiona.

Sobre ESI manifiesta que “es garantizar derechos, trabajar con lo que necesitan los niños y niñas hoy, desde la infancia acompañarlos para que tengan una adolescencia más plena, mas sana, con mas autonomía, donde puedan conocerse, puedan decidir, me parece que es una gran deuda que tenemos”