La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) presentó su informe sobre la temporada de verano 2025. Entre el 15 de diciembre de 2024 y el 28 de febrero de 2025, el turismo interno cayó un 3,9% respecto al año anterior, con un panorama diverso según la región y el tipo de destino.
La apreciación del peso y la menor brecha cambiaria favorecieron los viajes al exterior, con un fuerte incremento en la cantidad de argentinos que eligieron destinos como Chile, Brasil y Uruguay. A pesar de esto, algunos puntos turísticos nacionales lograron mantener altos niveles de ocupación, especialmente en la segunda mitad de enero, gracias a eventos de gran convocatoria y al turismo regional.
Aerolíneas Argentinas contribuyó a sostener el turismo interno con promociones de hasta 6 cuotas sin interés para vuelos de cabotaje y un aumento en la frecuencia de vuelos a destinos como Bariloche (70 semanales), Mendoza y Ushuaia (más de 50), Puerto Iguazú (48), y más de 30 a Salta, Tucumán, El Calafate y Mar del Plata. Estas estrategias ayudaron a que la cabecera de bandera alcancea su primer superávit operativo desde 2008.
El gasto promedio diario aumentó un 1,9%, mientras que la cantidad de turistas se redujo un 3,9%. La estadía promedio fue de 3,2 días, comparado con los 3,9 días de la temporada anterior. En casi todos los destinos se observó que los turistas, con el objetivo de reducir gastos, optaron por estadías más cortas y un consumo más moderado. A diferencia de otros años, hubo muy pocos turistas internacionales, quienes suelen tener un gasto superior al de los residentes locales.
La temporada estuvo marcada por una gran cantidad de festivales y eventos en todo el país, que impulsaron el turismo y dinamizaron las economías locales.
La Costa Atlántica tuvo a Mar del Plata como destino estrella, con una ocupación estable del 70% al 80% y picos del 90% los fines de semana, aunque con un gasto moderado. Villa Gesell, Pinamar y Cariló también registraron alta demanda, aunque con estadías más cortas.
Córdoba recibió cerca de 4 millones de turistas, con festivales como el de Cosquín, Jesús María y el Cosquín Rock como grandes atractivos. La Patagonia tuvo alta afluencia, con Bariloche liderando con un 80% de ocupación hotelera y un 90% en alojamientos extra hoteleros, aunque la región se enfrentó a incendios forestales que impactaron en algunas zonas.
El norte y el Litoral también se destacaron con eventos como el Enero Tilcareño, el Verano Calchaquí, la Fiesta Nacional del Chamamé y los carnavales de Entre Ríos. En un contexto de mayor competencia con destinos internacionales, las fiestas regionales fueron clave para sostener el turismo interno y fortalecer las economías provinciales.