Kenia es la meca del maratonismo a nivel internacional. Cuna de los mejores atletas y en donde varios deportistas del mundo se dirigen a entrenar pretemporadas a este país para prepararse en las mejores escuelas de esta disciplina y prepararse de mejor manera para poder competir en las duras pruebas de 42 kilómetros.
Robert Kimutai Ngeno demostró el nivel de los deportistas de ese país en la Maratón de Buenos Aires, competencia que va tomando renombre dentro del calendario internacional y que empieza a tener en su recorrido a varios corredores mundialmente conocidos.
Pero el keaniata no contó con un factor extra que probablemente no haya tenido en cuenta en su preparación: un perro que lo corrió por varios metros, lo hizo desconcentrar, y perder la punta de la carrera.
Ngeno finalizó tercero en esta competencia, que finalmente terminó quedando en manos de Cornelius Kiplagat, con un tiempo oficial de 2 horas 8 minutos y 27 segundos. En Kenia, rápidamente se conocieron las repercusiones del hecho.
“Argentina es otro país del Tercer Mundo con cinturones de Prada en donde los dueños de los perros no les pueden poner correa cuando se delimita un recorrido para una maratón”, publicó en su cuenta de Twitter el ministro de Turismo Mohamed Hersi.
El premio en la maratón porteña fue de 7500 dólares para el ganador, lo que en moneda keniata representa un millón de chelines kenianos.
En sintonía y con la misma plataforma, el senador Kiprotich Arap Cherargei criticó a su país por no tomar medidas y no elevar un reclamo hacia la organización del maratón, que privó a uno de sus deportistas del premio mayor debido al problema del perro.