Antes del inicio del partido frente a Rosario Central, el estadio entero guardó un profundo minuto de silencio. Las tribunas, colmadas de hinchas, se unieron en una sentida muestra de respeto a Jorge Mario Bergoglio, quien durante toda su vida hizo pública su devoción por San Lorenzo. La emoción fue total: jugadores, cuerpo técnico y dirigentes se sumaron a la conmovedora despedida.

Uno de los momentos más destacados de la noche fue la presentación de una camiseta especial. Cada futbolista del Ciclón llevó en su pecho un parche con el mensaje “Juntos por la Eternidad”, en homenaje al Papa. El diseño, aprobado por la Liga Profesional, fue pensado para simbolizar la unión eterna entre San Lorenzo y su hincha más ilustre. Como gesto de respeto, Rosario Central también llevó una insignia especial en su camiseta.

Las gradas también dijeron presente con numerosas banderas que recordaban al Papa, muchas de ellas con los colores papales (amarillo y blanco— entrelazados con el azulgrana. Además, la pantalla gigante del estadio proyectó un video institucional que repasó la historia de Francisco con el club: sus visitas al predio de Avenida La Plata, su carnet de socio y sus gestos públicos de cariño desde que fue elegido Pontífice en 2013.

Fue, sin dudas, una jornada de fútbol distinta, en la que San Lorenzo no solo salió a buscar un resultado, sino también a rendir tributo a uno de sus hinchas más queridos. Una despedida a la altura de alguien que siempre llevó al Ciclón en el corazón.