El primer tiempo fue todo del Canalla en cuanto a posesión y terreno, pero con muy poca profundidad. Ni Malcorra ni Di María lograron conectar con claridad, y Alejo Véliz estuvo bien marcado. Las llegadas más claras fueron de media distancia, aunque sin exigir demasiado al arquero sanjuanino. En la segunda parte, Central mostró aún menos, se desdibujó con los cambios y terminó jugando al ritmo que quiso la visita.

San Martín, que incluso llegó al estadio en taxis por la rotura de su micro, se plantó bien en el fondo, cortó el juego con infracciones tácticas y manejó los tiempos con oficio. La situación reflejó el momento de un Central que, si bien tiene figuras, no logra imponer condiciones ante rivales menores. Y en un torneo corto como este Clausura, cada empate de local pesa.

Holan apostó por nombres como Broun, Quintana, Komar, Sández, Malcorra, Navarro, Di María y Véliz, pero ninguno logró destacarse. El equipo volvió a mostrar falta de variantes ofensivas y un funcionamiento que, lejos de mejorar con el correr de las fechas, parece estancado. La hinchada, que colmó el Gigante, despidió al equipo con murmullos y preocupación.

Con este resultado, Central suma 5 puntos sobre 9 posibles y aún no pierde, pero deja la sensación de estar lejos del nivel que se espera por jerarquía individual. En la tabla anual sigue en zona alta, aunque si el objetivo es pelear el título, no puede dejar pasar este tipo de partidos. El próximo compromiso será de visitante ante Atlético Tucuman, con la presión de tener que sumar de a tres.