Si se rompió la batidora o aún no tienes, una esta receta tiene que estar en tus anotaciones. Es una vieja preparación que publicó la revista maizena, con algunas modificaciones de mi autoría que le dan suavidad, húmeda y super frescura.

Manos a la obra:

Recomendación: Utilizar productos de calidad, y manteca, porque es mucho su aporte a esta receta, no lo reemplaces por aceite porque no te va a quedar igual.

Recomendación: Preparar bien el molde, que te dará una apariencia perfecta de tu torta, el azúcar se va a fundir con la manteca, el jugo de la fruta y la fécula formando un caramelo muy vistoso y sobre todo aportando mucha humedad y sabor.



Ingredientes: 100 manteca pomada/3 huevos/ 200 gr de azúcar/220gr de harina leudante/ 1 cda sopera de fécula de Maíz/ leche 2 o 3 cdas soperas. 3 duraznos. Medianos.

Procedimiento: primero vamos a enmantecar un molde savarín, cubrimos el fondo con una capa de azúcar, pelar y cortar los duraznos en láminas finas, cubrir la base de la tortera. Y luego espolvorear todo el molde con fécula. Con los duraznos sobrantes hacemos cubos pequeños y reservamos.

En un bowl colocamos la manteca pomada, el azúcar, los huevos y batir hasta obtener una mezcla homogénea ( que no se vean pedacitos de manteca) agregar la harina junto con la cucharada de fécula. No batir, sólo integrar la harina.

Agregar la leche con cuidado debe quedar una mezcla bastante espesa por último incorporamos los trozos de durazno y finalmente se coloca en el molde que habíamos preparado anteriormente.

Se cocina en horno medio por 40 min aproximadamente. Chequeamos que este cocido introduciendo un palillo y este debe salir sin restos de masa. El desmolde debe realizarse en temperatura tibia porque te va a costar despegarla.

Es una torta super húmeda y aromática con una masa súper suave gracias a la fécula y la manteca.

Lo bueno es que si no tenés batidora, no la necesitas!!. Está comprobada la realización manual, muy rápido para compartir con la familia.
¡Espero que te animes y la hagas!
Me contas que tal salió?



Por: Elisa Lapuente