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martes, 02 marzo 2021 | San Lorenzo

Proyectan realizar una película sobre los abusos sexuales a novicias en San Lorenzo

Está basada en el libro “Raza de Víboras”, escrito por una novicia que vivió en carne propia los abusos sexuales durante su formación en la congregación que funcionaba en el Colegio Santa Rosa de la localidad.
Proyectan realizar una película sobre los abusos sexuales a novicias en San Lorenzo “La maestra de novicias abusaba y violaba a las menores de edad”, así lo expresó Sandra Migliore, la ex monja oriunda de Justiniano Posse, Córdoba, en diálogo con 11Noticias.

Sandra relató en su libro los momentos de su vida como novicia transcurridos en el convento del Colegio Santa Rosa de San Lorenzo, a los 16 años, cuándo dejó todo para hacerse religiosa y se encontró con “el infierno”, como así lo describe. Se encontró con abusos, mentiras y engaños, que mucho tiempo después denunciaría publicamente mediante ese escrito.

“..Todo lo que relataré a continuación forma parte de los ocho años que viví como mujer consagrada a Dios. Experiencias de vida personal y comunitaria, propias y de otras jóvenes que, al igual que yo, padecieron lo mismo, abusadas, humilladas y obligadas bajo amenazas a realizar actos en contra de la propia voluntad, justo en el momento en que la vida estaba en todo su esplendor y los sueños se gestaban desde lo más profundo del alma, de la manera más genuina..”, fragmento del libro.

“Son narraciones de mi propia experiencia como religiosa, 8 años en la congregación de las hermanas franciscanas del Cristo Rey del Colegio Santa Rosa de Viterbo. En el año 83 ingresé al noviciado y durante 9 años estuve como religiosa en esa congregación y en esos años la maestra de novicias que era la encargada de formarnos, abusaba y violaba a las chicas que éramos menores de edad”, expresó Sandra.

“Yo soy muy verborrágica pero cuando toco este tema me entran a transpirar las manos, yo quiero eliminarlo de mi mente, pero para mi fue algo sanador poder expresarme y que casi todo el país me escuche”, añadió.



En su libro, se pueden leer los relatos estremecedores y denuncias realizadas contra la Hermana Bibiana Fleitas, quien abusaba de sus alumnas y las manipulaba para que no contaran lo ocurrido. “Lo mio fue muy leve comparado con lo que sufrieron muchas chicas que pasaron por ese noviciado”.

Leer: Sandra Migliore sobre el Fraile Gaitán: “Si él abusó de Marcelo (Remondino), seguramente lo hizo con otros chicos”

Al consultarle sobre la decisión de haber dejado su vida atrás y elegir la religión Sandra se mostró arrepentida; “me arrepiento de haberme metido a un convento, si volviera a nacer no lo haría, algunas cosas rescaté de monjitas viejas que ya no hay ninguna, que eran sanas mentalmente, tengo el recuerdo y amor en mi corazón de muchas de ellas, pero después no, no se compensa con esta decisión que tomé porque fue comprar algo trucho que te vendieron de la mejor calidad y que era una basura, perdoname que soy cruda pero es lo que yo siento”.

En cuanto a cómo decidió hacer pública su denuncia, la ex novicia contó que una religiosa, la provincial de la congregación Isabel Fernandez, juntó denuncias de varias novicias que se atrevieron a hablar para llevar a Roma a la madre General. Cuándo ésta viaja hacia Argentina urgida por el escándalo: “me pide que me vuelva a mi pueblo, que me tome una licencia, que haga un tratamiento psicológico. Me quiso borrar del ámbito”.

Además de las denuncias de abusos sexuales, el libro desenmascara la ilegalidad, la ambición y las irregularidades del destino final del dinero enviado por el gobierno a las diferentes congregaciones.

Bibiana Fleitas

Tras las denuncias realizadas contra la hermana Bibiana Fleitas, la mujer se fue a Venezuela “se escapó” declara Sandra. Quien asegura que al desenvolverse en su puesto como maestra en Lanús luego de colgar los hábitos, quisieron echarla porque no podía “estar frente a un grado no siendo religiosa. Me trucharon la documentación y pusieron a otra en mi lugar, entonces yo dije que me iba a hacer las denuncias pertinentes, me dijeron que me calle la boca y que me iban a dar trabajo en la clandestinidad”.

Sandra asegura que todo ello lo realizaban para que no hable.



“..me imaginé cómo vería esta fantasmagórica obra el mismísimo Dios. El Dios que nos pregonaba Bibiana, al cual ella le rezaba pocos minutos después de abusar de nosotras y ante quien cruzaba sus dedos manchados de lujuria para implorarle o agradecerle una necesidad o un deseo satisfecho”, reza un fragmento del libro.



La Película

La idea de realizar la película surgió de un director que leyó el libro y se interesó. Después de algunos años ese director falleció y surgió otro interesado, un guionista que presentó el proyecto ante el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y fue aprobado.

“Fue aprobado en el INCAA como de interés especial, esto quiere decir que lo subsidian con más dinero que a cualquier otra película, el proyecto está aprobado, iban a empezar a filmar pero empezó la pandemia. Entre este año y el año que viene podríamos tener la película”, contó Sandra.

Al respecto de sus sentimientos al encontrarse con su historia volcada en lo audiovisual expresó: “va a ser chocante pero también satisfactorio de que se sepa la verdad, a veces un libro es mucho más fuerte que una película, pero se complementan. Está basado en hechos reales”.

Una joven de 16 años que dejó su vida social y familiar para hacerse religiosa y seguir el camino que Dios le había indicado. Ingresó con una motivación e ilusión y terminó descubriendo un infierno. Un infierno que la acompañaría toda su vida, recuerdos imborrables que marcaron su adolescencia y la de tantas otras que fueron víctima de una religiosa con un cargo mayor, que a través de la manipulación dejó de lado todo lo que pregonaba, para satisfacer su deseo. Hoy, esos recuerdos imborrables, son públicos y dan motivación a todos aquellos que han sufrido abusos en este y otros contextos, a no bajar la guardia y animarse a decir lo que a veces la vergüenza hace callar.

“..Jesús llamó Raza de víboras a los fariseos hipócritas que vivían exigiendo de los demás lo que ellos no cumplían, cargando sobre espaldas ajenas yugos insoportables de llevar. Los comparaba con un sepulcro blanqueado, limpio
por fuera y lleno de podredumbre en su interior…” Fragmento del Libro.


por Julieta Luz Carnevale

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