A quince días de su venta por un dólar simbólico y en medio de un concurso preventivo aprobado por la Justicia de San Lorenzo, la histórica papelera Celulosa Argentina continúa sin actividad productiva en su planta de Capitán Bermúdez. La situación genera creciente preocupación en la región, tanto por el futuro de la empresa como por los puestos de trabajo que dependen de ella y también hay incertidumbre en la planta de Zárate, al norte de la provincia de Buenos Aires.
La compañía arrastra una deuda estimada en 128 millones de dólares y, según denunció la Federación de Papel, los trabajadores llevan dos meses sin cobrar sus haberes quincenales, además de tener pendientes aumentos paritarios que fueron acordados pero nunca pagados.
En Bermúdez y en la planta de Zárate solo se realizan tareas mínimas de mantenimiento, con personal reducido y sin certezas sobre cuándo podría retomarse la producción.
El secretario general de la Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos, José Ramón Luque señaló que "la planta de Zárate podría cerrar definitivamente y las chances de reactivación son mínimas, mucho menores que en la de Santa Fe”.
Mientras tanto, en la última audiencia convocada por el Ministerio de Trabajo santafesino, la nueva conducción de Celulosa aseguró que reactivará la fábrica “lo antes posible” y que se cancelarán las deudas salariales sin aplicar despidos. Sin embargo, aclaró que está a la espera de la autorización del juez y del síndico para disponer de los fondos necesarios.
Asimismo, en las últimas horas trascendió que las nuevas autoridades visitaron la planta de Capitán Bermúdez y habrían mantenido un encuentro con los mandos medios de la fábrica. Mientras, desde el Sindicato local continúan en silencio absoluto, como desde que inició el conflicto en mayo pasado.
Nuevos dueños
El control de la empresa quedó en manos del empresario financiero Esteban Antonio Nofal, quien adquirió el 45,5% del capital accionario y desplazó al grupo Tapebicuá, encabezado por José Urtubey. Según los registros enviados a la Comisión Nacional de Valores, Nofal deberá ahora lanzar una oferta pública de adquisición para los accionistas minoritarios.
La papelera, que llegó a ser la más importante del país, registró pérdidas por más de 172 mil millones de pesos en el último semestre y atraviesa una de las crisis más graves de su historia. En Capitán Bermúdez, donde la fábrica está presente desde hace décadas y forma parte del paisaje urbano e industrial, la incertidumbre golpea de lleno a las familias trabajadoras que dependen de su funcionamiento.