En la mañana de este lunes, se realizó en los Tribunales de San Lorenzo la audiencia imputativa hacia Patricio Serjal, ex fiscal regional de Rosario detenido desde agosto del año pasado por la causa del juego clandestino, y al ex Fiscal de Estado Eduardo Luzzini, acusados de haber cerrado una causa por contaminación de la ex Petroquímica Bermúdez.

Los Fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra imputaron a Serjal y a Luzzini por “incumplimiento de los deberes de funcionario público y por encubrimiento, por haber realizado una maniobra para beneficiar a los dueños de Petroquímica y encubrir la gran contaminación al ambiente que estaba produciendo la empresa”, aseguró Edery en contacto con la prensa.

El juez Carlos Gazza aceptó la imputación a ambos. En el caso de los dueños de Petroquímica, Sergio y Máximo Tasselli y Matías Gallego, los fiscales los imputan por “contaminación ambiental dolosa (que se hizo con intención de hacerlo) en base a perjuicios al medio ambiente que causaron como administradores y directores de la planta”, expresó el fiscal. Sin embargo, la defensa alegó una resolución del juez Juan José Tutau que extinguía la acción penal hacia ellos, algo que los fiscales intervinientes consideraron como “inválido”, pero para tratar esa invalidez “el juez dispuso se haga una audiencia el 5 de marzo”, agregó.

“Advertimos que no había ninguna razón para extinguir una acción penal cuando estaba sumamente acreditado el nivel de contaminación que hay en el predio. Esto venía precedido por un escape de gas cloro atribuible a la ex petroquímica en el año 2016, por el cual hubo personas intoxicadas en la empresa Celulosa. A instancia de eso, el gobernador emitió un decreto ordenándole a la Fiscalía de Estado que investigue y avance sobre esto y, un año después, el Fiscal Regional (Serjal) da instrucción a un fiscal particular (Ledesma) para que desista de continuar esta investigación”, explicó Schiappa Pietra.

Pasivo ambiental

La empresa, antes denominada "electroclor", fue comprada por los Tasselli en 1998 y en 2013 fue cerrada, dejando uno de los pasivos ambientales más importantes de la provincia. Según reportó el periodista rosarino Germán De Los Santos en una publicación en La Nación del mes pasado, se cree que de dicha planta “desaparecieron 850 tubos de gas de cloro de una tonelada cada uno, una sustancia altamente tóxica” y se sospecha que podrían haberse tirado al Río Paraná o haberse enterrado.


El pasado viernes comenzaron las tareas de "desgasificación" de los tubos de gas cloro.

“Si el cloro es liberado al agua, al suelo o al aire desde un tanque, se evaporará rápidamente formando una nube verde-amarillenta que puede ser movilizada por el viento lejos de la fuente original”, explicó la Ingeniera Cecilia Bianco del Taller Ecologista a 11Noticias. Según detalló, algunos de los efectos que dicha sustancia produce a la salud son: dificultad para respirar, inflamación de la garganta e incluso podría llegar a causar un edema pulmonar (agua dentro de los pulmones).

Además del gas cloro, en diversas muestras se han detectado otras sustancias altamente tóxicas en el predio de la ex Petroquímica, como cloroformo, tricloroetileno, amianto o asbesto, benceno y lindano (conocido como Gammexane, un insecticida que se fabricó allí), todas sustancias con potencial de producir cáncer. También se encontró Mercurio, metal que puede ser transportado a grandes distancias a través de la atmósfera pudiendo afectar al sistema nervioso, a los riñones e incluso atravesar la placenta y producir importantes efectos neurológicos y teratogénicos, explicó la especialista.

Limpieza

Según informó el Gobierno de Santa Fe, bajo la coordinación y monitoreo del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe, la empresa tenía previsto comenzar el proceso de desgasificación de las bombonas de gas cloro. Bianco aseguró que el viernes 19 estuvo en el lugar y pudo observar como personal de la empresa Transclor, encargada de la desgasificación, comenzaban las tareas.